VA TABAAA!!! =)

Hoy se celebra en Briviesca, una tradición digna de cualquier casino de Las Vegas. Se trata de el juego de La Tabera, que se celebra el martes anterior a la Ascensión y en la que se utiliza, como bien indica su nombre, una taba (el hueso conocido como el astrágalo). Es un evento bastante conocido más allá de nuestras fronteras. Todo el pueblo, tanto en sus calles como en los bares, se llena de mesas en las que todo aquel que lo desee y tenga dinero puede apostar.

El juego consiste en lo siguiente. Una persona da una determinada cantidad de dinero para poder tirar la taba. La gente que está alrededor de la mesa pone una cantidad de dinero y el 'tabero' o 'baratero' (el responsable de la mesa que vendría a ser como el intermediaro entre el que tira la taba y el resto de jugadores y que se lleva, dígamoslo así, una comisión) dobla o 'casa' esa cantidad con el dinero que se ha apostado. Es decir, que si una persona da 50 euros para tirar la taba, esos 50 euros se utilizan para doblar las cantidades que se vayan poniendo sobre la mesa, si tú pones 2 euros, el 'tabero' te pondrá otros dos, por lo que tú juegas con 4. Cuando el dinero ya se ha acabado y no se puede 'casar' más el 'tabero' grita: "No hay más dinero. ¡Va taba!". Y empieza el juego.

La taba tiene dos partes:

una coloreada a la que se llama 'carne, y otra de color blanco conocida como 'culo'. Si la parte que queda boca arriba es la 'carne', el dinero de todos los que han apostado se lo llevan quien tira la taba y la banca, es decir, que se llevan el doble de lo que se ha apostado; mientras que si sale 'culo', todos los que han apostado dinero se llevan la cantidad que ellos han puesto y la que anteriormente le había doblado o 'casado' el 'tabero' (retomando el ejemplo de antes, tus 2 euros, más los otros 2 que te había 'casado' el 'tabero', es decir, 4). Tú puedes apostar cuantas partidas quieras. La taba cambia de mano cuando quien la tira saca 'carne', entonces la responsabilidad recae en otro.

Así que esta noche Briviesca se convertirá en un gran casino en el que cada año suelen jugarse cantidades astronómicas y, cuentan las malas lenguas, que hasta a las propias mujeres.